Vilvestre es un núcleo con singular emplazamiento en la falda de un cerro, con extraordinarias vistas, en él hubo un santuario prehistórico, un castillo de frontera de las luchas con Portugal, y hoy ermita del mismo nombre.
De singular caserío con casas góticas y balconadas típicas, cuenta con un monumental Rollo de Justicia de estilo manuelino portugués.
Por una carretera, en medio de olivos y chumberas se baja a un embarcadero en el Duero, desde el que se puede realizar un interesante paseo en barco mostrando el contraste entre la zona española y portuguesa, además de la fauna y flora del Parque Natural de Arribes del Duero.
Estamos en pleno Parque Natural de Arribes del Duero declarado en 2002 en la parte española y en el Parque Natural do Douro Internacional declarado en 1998, es decir, un espacio internacional también declarado Zona de Especial Protección de las Aves con especies emblemáticas como la cigüeña negra, el águila perdicera y el alimoche, pudiendo anidar tanto en el lado español como en el lado portugués ya que evidentemente ellas “no conocen de fronteras, ni físicas ni mentales”.
Los singulares valores naturales y culturales de este espacio han sido conservados durante siglos por la población local bajo la premisa de la gestión compartida y el desarrollo sostenible.
El Duero está “domesticado” por las presas hidroeléctricas que se adaptan al paisaje formando un complejo, los Saltos del Duero, que producen gran cantidad de electricidad como Aldeadávila y forman embalses que parecen mares como el de Almendra.
El enoturismo está marcado por la denominación de origen Arribes vigente desde 2007 y con caldos variados y de calidad.